En este taller, la danza, el movimiento y el sonido nos ayudaron a habitar profundamente nuestro cuerpo…desde allí experimentamos el movimiento en libertad! La Tierra fue nuestra aliada como representante del Presente y, con la confianza de estar sostenidos por ella, iniciamos el recorrido hacia adentro en busca de nuestro Pulso hoy.
Una de las propuestas fue un viaje hacia adentro con sonidos armonizadores… vamos recibiendo distintos sonidos (tambores, cuencos, entre otros)…de a poco, empezamos a encontrar movimientos, hasta llegar a descubrir el propio. Dónde resuenan más los sonidos? Qué partes del cuerpo responden primero y los siguen? Qué despierta uno y otro sonido? Nos vamos poniendo de pie cuando sea el momento…el movimiento se va transformando en danza. El cuerpo se deja llevar por esa parte que hoy está más “despierta” y poco a poco los sonidos van dando lugar a la música. Entonces: la danza sale de esa parte y luego se van agregando las demás integrando a todo el cuerpo. La voy siguiendo…a dónde me lleva? Qué construyo? Qué me permite crear?…qué hay de NUEVO?
Sin duda somos una Unidad…sin embargo, tenemos una mitad derecha que responde a ciertos estímulos más rápidamente, una mitad izquierda que tal vez me cuesta más mover… una parte superior e inferior que expresan de distinto modo y así con todas las partes que nos constituyen. La siguiente propuesta fue danzar y escribir sin detenerse, lo que salga de adentro! … para esto cada uno tenía una figura humana colgada la paree en un sector del salón y entonces, danzamos un tema y cuando la música finaliza, voy a mi hoja y escribo de un lado o del otro de esa representación del cuerpo, arriba o abajo, adentro o afuera… eso que me sucede y que siento…tal vez lo siento en algún lugar específico del cuerpo, o en alguna mitad más que en la otra.
Para finalizar, cada uno señala en su hoja las cosas que más resuenan y con ella escribe un poema como síntesis… esas partes que creemos irreconciliables por momentos, habitan nuestro cuerpo y nos hacen ser lo que somos.
Gracias a quienes fueron parte de la experiencia, con entrega y confianza!
Esta oración nos acompañó desde nuestro altar…