NEWSLETTER 14 – CUANDO “SOMOS DANZADOS” POR UNA PROFUNDA FUERZA
by on agosto 11, 2015 in Newsletter

El cuerpo que habitamos: impulso y resistencia

 

            ¡Oh día!, levántate… los átomos danzan, las almas, arrebatadas de éxtasis, danzan, la bóveda celeste, a causa de ese Ser, la danza: Te diré al oído hacía donde conduce su danza: Todos los átomos que hay en el aire y en el desierto – compréndelo bien – están enamorados como nosotros y cada uno de ellos, feliz o desdichado, se encuentra deslumbrado por el sol del alma incondicionada.

                                      Rumi

 

Moverse y “ser movido”… una experiencia real y auténtica

 

10 de agosto 6

Estas propuestas formaron parte del taller que di en Luz de Luna el 1 de agosto de 2015. Todas ellas se centraron en la idea de reconocer las fuerzas internas y externas que nos impulsan a movernos y al mismo tiempo las resistencias que tratan de detenernos. Muchas veces es la voluntad la que nos mueve, sin embargo, otras veces sentimos que somos movidos, más allá de nuestra decisión, por una fuerza muy profunda (o más de una!) que nos habita. En algunos momentos estas fuerzas son externas, no obstante, solo actúan si las dejamos, es decir, si nos entregamos sin oponer resistencia o tratando de que ésta sea lo menor posible.

 

 

Qué ocurrió durante este encuentro?… Hubo dos momentos durante los cuales danzamos en el agua y en el aire… comenzamos desplazándonos como sostenidos por un hilo que “cuelga del cielo” y a la vez firmes sobre la tierra… fuimos aumentando la velocidad y nos detuvimos para percibir: qué siento? qué sensaciones tengo?…. comenzamos a movernos desde lo más profundo… percibiendo la diferencia entre moverse y “ser movido”… soy movido por esa fuerza interna que me habita. Y con esa sensación entramos en contacto con el agua, sin ruptura, sin resistencia…y fuimos movidos por este elemento, fuerza externa, adoptando sus formas y a la vez sin forma… ser movido por el agua: me resisto o me entrego?, me nuevo rápido o despacio?, me agrada o me desagrada?, mis movimientos son suaves o bruscos?…cómo percibo la fluidez del agua en mi cuerpo?, cómo la recibo?…nada es constante en este medio, todo cambia…. entonces: cómo acepto el cambio continuo?… cómo lo vivo?…. plasmamos esa experiencia en un dibujo/pintura…. Luego, el sonido del Gong y de los cuencos nos fue llevando desde la quietud al movimiento y la música a la danza: dónde impacta más el sonido? qué partes responden más rápido y comienzan a moverse?, cómo percibo la vibración transformándose en impulso, es decir en movimiento?…en este caso el sonido y luego la música son las fuerzas externas que nos estimulan.

 

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