El cuerpo que habitamos: unidad y polaridades en movimiento
“Sólo existe un templo en el mundo y este es el cuerpo humano.
Nada hay más sublime que esa figura erecta. El inclinarse delante de las personas es un homenaje a esa revelación en el cuerpo”
Novalis
Cuando “encarnamos” los opuestos que nos habitan. Una experiencia real y auténtica
“La consigna fue danzar en las dos orillas, danzar nuestras contradicciones y conflictos. Dividimos el salón en dos y cada sector representaba una orilla. Entonces, danzamos en una y en otra para registrar qué sentimos a ambos lados… cada orilla representaba algo diferente: por ejemplo en una de ellas alguien puede sentirse decidido y listo para seguir adelante y en la otra dudar o estar confundido….
Cómo “encarnar” estos opuestos? Cómo siente el cuerpo, cómo se mueve, como se detiene, cómo sigue adelante?… el cuerpo en movimiento nos permite encarnar las polaridades para llegar luego a la reconciliación. Utilizando luego máscaras, danzamos nuevamente en cada orilla. Encarnamos entonces sentimientos, contradicciones y, sin duda, el espíritu de la máscara cobró vida en cada uno” (esta propuesta fue parte del taller que dimos con Victoria Schvartzman en Fundación Columbia el 16 de noviembre de 2013).
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