Un año más de Danza durante el cual continuamos dando forma al ciclo Danza infinita, con talleres que se realizaron cada dos o tres semanas.
Deseo honrar y celebrar cada momento de Presencia en la belleza del movimiento, cada entrega, cada experiencia, cada descubrimiento, y agradecer profundamente a quienes fueron parte…
El camino recorrido atravesó distintos paisajes otorgándoles sentido: la danza íntima (¡el descubrimiento!), la danza en comunión (el diálogo), la danza en comunidad (la diversidad) y la danza infinita (la divinidad). Cada danza es ahora una rama del Árbol de la Vida, de nuestra vida, este año…